martes, 14 de agosto de 2007

EL CABALLO

Nostálgica altivez. Músculo hecho adorno; un rayo de llama opacada por leviatanes de hojalata: esto es el caballo en nuestros días.

Viejo jubilado de milenarias batallas, no le queda más que desplegar su belleza en el ojo que lo mira. Y lo hace con orgullo, a manera de guiño con los tiempos idos.

Rebelde sin oficio, sueña que pasta en verdes prados del monte Olimpo, cual Pegaso, o que construye imperios de más de 20 kilómetros cuadrados al lado de brillantes generales. Para no olvidar su origen, de vez en cuando sale a la pista luciendo indómita entereza, pero acaba por ceder su fuerza al placer de su jinete, mientras sus belfos silenciosos contienen la sonrisa, como todo un caballero.

¿A dónde irá a parar el caballo, rumiando tanta melancolía, al saberse destinado como bocado humano o mero ornato? Enjuguemos pues con un respetuoso reconocimiento las lágrimas equinas, y aceptemos que lo que le quedaba al hombre de hombre era gracias al caballo.

APARICIÓN

Mientras el alcohol anestesia su cuerpo, Julián clava los ojos en la nube de cigarro que parece asfixiarlo ahí, sentado como está, en El Calabozo, la cantina de enfrente de su casa.

Para quien lo mira, es obvio que anda huyendo de algo. Manotea en el aire como si estuviera peleándose con sus recuerdos, voltea receloso hacia las cuatro esquinas del recinto de mala muerte y termina por mascullar quién sabe qué palabras, inaudibles entre la música de mariachi que chirria con ganas traigo la sangre caliente y no me la puedo apagar.


En esas anda cuando El Chato se sienta a su mesa. Julián palidece, echa un escupitajo al piso y se tira de los pelos como cuando se llevan horas sin poder resolver un problema de trigonometría.

--Mira Chato, tu sabías que yo ya estaba mayorcito, para mí el amor se me reducía a pasarla con cuarentonas divorciadas, con niños a los que les tenían que pedir permiso para salir. Y ella, con su tierna piel de niña, me enganchó. Era mi último tren y me la robé, cómo no si para eso Julián me llamo. Pero te juro por ésta, Chato, que yo no te maté.

Julián resbala de la silla y se impacta en el suelo. Afuera está por terminar la noche. Las estrellas son ahora miles de esporas, a punto de desaparecer.

miércoles, 27 de junio de 2007

MILAGRO DE DIOS O DE DA VINCI



EL HECHO. Resulta que el pasado domingo, en la Sierra de Guadalupe, en Ecatepec, estado de México, apareció en una lámina que fungía como puerta una imagen de la célebre pintura de Leonardo Da Vinci, La Última Cena.

VERSIÓN DEL DUEÑO, DON VALERIO HERNÁNDEZ. "Es una lámina que tenía arrumbada y que uso como puerta desde hace dos años", dijo. "Nunca había sucedido algo similar. Pensamos que alguien lo había pintado e intentamos borrarlo con tiner; sin embargo, sigue intacto".

LO QUE DICEN LAS VECINAS. "Es una señal divina para acabar con la delincuencia y vandalismo que hay en la zona", opina la señora García. Su vecina dice que "Dios quiere que le hagan una iglesia ahí, en lo alto del cerro".

CONSECUENCIAS. Ya casi nadie va a la iglesia. Ahora se arremolinan en la casa de Don Valerio, hasta donde llevan plegarias, flores y veladoras. ¿Será un milagro u otra de las apariciones con las que se sostiene la esperanza de los más pobres? Ahí está para que juzgue
.

lunes, 18 de junio de 2007

LA MALETA MISTERIOSA

"X” toma por equivocación una maleta igual a la suya, y cuando la abre se da cuenta por su contenido de que pertenece a alguien más. A través de lo que encuentra, X descubre de quién es esa valija, y algo más...


DIOS VIAJA EN PRIMERA CLASE

A punta de codazos y empujones te abres paso entre la multitud en el aeropuerto capitalino. Tomas tu maleta y huyes. Evelin no te espera, le caerá de sorpresa tu llegada, piensas. El taxi que te llevará a su casa no aparece. Tu mano entorpecida por los nervios suelta la valija. Se abre. No es la tuya. Lo ves, pero no das crédito. Es un pedazo de sol, con una etiqueta. Cierras antes de leer. Temes que alguien haya visto su luminosidad. Te alejas a una banca. Urgas: un espejo que refleja el mar en movimiento, una tarjeta de crédito, un libro con letras manuscritas que cambian a cada instante. Unos lentes rotos. Tomas el libro, página 1582. Lees tu vida. Lo que haces en este momento. Lo que comiste ayer. Sueltas el libro. Estás perplejo. Esa especie de libreta de apuntes te revela que Evelin, en efecto, no te espera. Tomas el sol, la etiqueta dice: útil para calmar el frío del camino. Te lo llevas, lo necesitas más que nunca.

miércoles, 13 de junio de 2007

AGREGADO A CUENTO DE JUAN RULFO

Este es una sinopsis de un pasaje agregado al cuento Diles que no me maten, el cual puedes leer completo aquí. El texto es un final desde el punto de vista de Ignacia, nuera de Juvencio, quien murió fusilado.

Ignacia recibe el cuerpo de don Juvencio. Se enjuga las lágrimas que le dibujan surcos de mugre en el rostro y retira el costal que cubre la cabeza agujereada de su suegro. Luego susurra algo muy bajito al oído del cadáver, mientras despega algunas canas que la sangre le embarró en la frente al viejo.

“Le dije a tu padre que ya estaba muerto, Justino. No vaya a ser que luego venga a darnos más lata”, dice la mujer. “Si serás, Ignacia, ya tenía más de 10 horas de haber muerto, seguro ni te oyó. Anda, ya ponte a cavar”.

MINI SOBRE CUADRO DE HOPPER


“Habitación en Nueva York” , de Edward Hopper.




TU FANTASMA


Estás en la sala. Tratas de burlar al insomnio releyendo el periódico tan manoseado por ti durante el día. Era salir de tu cuarto o perderte en el desierto en que se convirtió tu cama desde que no duermes con ella. Y escoges lo primero. La sensación de su sangre caliente te obliga a dejar tu recámara.

Llegas a la estancia y no te percatas de su figura lánguida, inseparable de su piano. Lleva semanas ahí, como culiatornillada en el banco. Mira las teclas que reflejan su tristeza. Su rostro está intacto, ese que le desfiguraste cuando te dijo que estaba harta de tu arrogancia, de tus aires de intelectualoide, de tus discursos eruditos. Cuando te escupió a la cara que deseaba a otro hombre. Y tú la golpeaste sin tregua, hasta que la sangre se le anidó en la boca y la hizo callar para siempre.

Esta noche tu aparente tranquilidad será turbada cuando oigas que suena el piano. Girarás tu cara y te asomarás al vacío de sus ojos muertos. Desearás gritarle que se largue o la matarás dos veces, y ella seguirá ahí, mirándote. Sabe que jamás podrás tocarla de nuevo.

sábado, 9 de junio de 2007

EQUÍVOCO CHEJOVIANO (VIRTUALITY)

El equívoco es la base de cuentos como El beso de Chejov. Esta es una minificción donde el suceso central es un equívoco (una llamada, una carta, etcétera, que no estaban dirigidos al personaje). La extensión es de 1000 carácteres máximo.


MALA MEMORIA

Tocan a la puerta. Abro con más flojera que ganas.

-Oiga, ¿le habla a doña Mari, por favor?

- ¿Se refiere a María, una viejita de cabello blanco, que a veces usa un chal en la cabeza?

- Sí, ella, me la acabo de encontrar en la iglesia y me dijo que la buscara aquí. Le debo un favor.

Amaso saliva agria.

-Pues creo que lo que me pide no se va a poder.

No es la primera vez que mi abue me da un susto. Creo que se le empieza a olvidar que está muerta y que esta no es más su dirección.

sábado, 2 de junio de 2007

UN MISTERIO

Este ejercicio continúa la escena donde Borges visita la tumba de Edgar Allan Poe a finales de los 80. Le preguntan qué sintió, a lo que el escritor argentino responde: "Indudablemente sentí algo".


Borges continúa con su respuesta. Su figura gastada por los años y la forma en que suelta por un momento su bastón le dan un aire desamparado. A penas salgo yo del impacto que me causa su persona, cuando el escritor da por terminada la entrevista.
Me alejo del tumulto de reporteros y retrocedo la grabación. Quiero oír lo que dijo, me distraje y no capté con atención sus ganas de borrar los últimos recuerdos, de querer ser invisible en la memoria. Aprieto play: No se escucha nada.
Borges aborda su auto, se recarga en el respaldo y cierra los ojos. Es posible que no vuelva a abrirlos nunca más.

miércoles, 30 de mayo de 2007

ESTROPEANDO UN CUENTO. NARRATIVA CLÁSICA

Se trata de echar a perder un fragmento del cuento La esperanza, de Villiers de l’Isle Adam, al hacer obvias las pistas que da para el descenlace.

Este es el fragmento modificado:

La puerta se abrió. El rabí pensó que la llave y el cerrojo enmohecido se confabularon para que el familiar fallara en su intento de cerrarla. La esperanza se le desbordó de cada llaga cuando se imaginó libre, sanando con el sol la amargura de su cuerpo herido. Pero nada fue capricho del azar. El familiar lo esperaba afuera, pues no había peor tormento que hacerlo soñar para cortarle las alas.


El original es:

El rabí Abarbanel, seca la boca, embotado el rostro por el sufrimiento, miró sin atención precisa la puerta cerrada. “¿Cerrada?…” Esta palabra despertó en lo más íntimo de sus confusos pensamientos un sueño. Había entrevisto un instante el resplandor de las linternas por la hendidura entre el muro y la puerta. Una esperanza mórbida lo agitó. Suavemente, deslizando el dedo con suma precaución, atrajo la puerta hacia él. Por un azar extraordinario, el familiar que la cerró había dado la vuelta a la llave un poco antes de llegar al tope, contra los montantes de piedra. El pestillo, enmohecido, no había entrado en su sitio y la puerta había quedado abierta.


Si quieres leer el cuento completo apriétale aquí

lunes, 28 de mayo de 2007

PARANOIA DE LUNA LLENA

La luna llena tiene inquieto al hombre. Su luz lo avergüenza, le impide sentir claramente todo el dolor presente. ¿Qué por qué se fue? Seguro que ni ella misma lo sabe. Y seguro que él tampoco quiere enterarse ya. La humillación caló hondo y no hay explicación que pueda remediarlo.

El hombre odia mirar la luna, la redondez de la luna. Pero la está mirando. Parece que quiere sufrir. Y hace lo posible por compararla con su dolor; quisiera decir que la luna se le figura una gran boca del cielo implorando nada, quisiera preguntarse si el sufrimiento será así, un círculo, sin principio ni fin. Pero a lo más que llega es a lanzar un bufido con sabor a vodka.

No hay peor enemigo que el inalcanzable, el lejano, el brillante, con el que uno no se puede meter. El rostro del hombre se torna molesto, la pelota blanca lo distrajo de sus pensamientos. Él quiere sufrir, pensar en la traición, en los celos, en lo torturante de su soledad. Pero le es imposible, se interpuso la luna, y eso no se le hace nadie.

No lo soporta más. Mientras sus dedos se desprenden lentamente del arma, un resplandor ilumina un boquete en su pecho, tan redondo y grande, como la desdichada luna.

sábado, 26 de mayo de 2007

LOS ZAPATOS ROJOS (VIRTUALITY)

INSTRUCCIONES: Hay un par de zapatos rojos tirados en el centro de la calle, por donde circulan los coches. Elabora un argumento de 1000 caracteres a partir de esta imagen. Este puede ser el material inicial para la escritura de un cuento, una novela, una obra de teatro o un guión de cine.



Roberto tiene la razón turbada y el corazón encandilado. Un día despierta, pero no puede quitarse la imagen de la trigueña que desde hace tres noches lo visita en sueños. Está obsesionado con ella, con su forma de agacharse desde lo alto de sus zapatillas rojas para acercarle la trompita muy parada, muy carnosa, y él siente que la decencia se le escapa.

El día es un martirio para Roberto. Es un adicto al sueño y están por correrlo del trabajo. Sólo le preocupa tener una caja de somníferos cerca para cuando el insomnio lo separe de ella, quien promete que en la cuarta noche revelará el motivo de sus oníricas visitas.

Pero esa noche Roberto no puede dormir. Sale a caminar y ve en la avenida unas zapatillas rojas. Lo confunde el aullido de la ambulancia y cae en shock cuando ve que la chica atropellada es su amada trigueña.

Roberto compra varias cajas de somníferos. Le duele la idea de no soñarla nunca más.

miércoles, 23 de mayo de 2007

ARGUMENTO. HISTORIA EN DRESDE (VIRTUALITY)

Escribe un argumento en quince líneas numeradas, de una frase cada una. La historia debe suceder en Dresden, durante la Segunda Guerra Mundial. En la línea siete debe aparecer Kurt Vonnegut –puede aparecer o no en las demás.





1. El hombre cree que murió en Nueva York, pero despierta en una blanca madrugada en Dresde.

2. Su cuerpo, ahora de niño nadando en uniforme de soldado, se apoya aterrorizado en una de las paredes de un refugio nazi.

3. Desde otro rincón, Billy Pilgrim conmueve con su triste sonrisa al ver cómo el hombre se esfuerza por mantener completo su esqueleto, que se le resquebraja de miedo.

4. Afuera, la columna de humo cumple el infinito anhelo de tocar el cielo.

5. ¿Qué diablos hace Billy Pilgrim aquí? ¿Qué hago yo aquí?

6. Ambos salen a la superficie: la misma figura patética y desgarbada de adolescente se repite en sus pupilas, en cuyo fondo se refleja muerte y destrucción.

7. Kurt Vonnegut jura que aquello es una sucursal del manicomio cuando Pilgrim, con tono de quien cocina una venganza, lo reta a vivir las aventuras que él mismo le construyó.

8. Quiero saltar contigo en el tiempo, dice Billy.

9. Ahora Kurt está tirado tras una dósis de barbitúricos.

10. Ahora pasea por Trafamaldore y se ve huyendo de las llamas de su casa, devorando cajetillas de cigarros, estrellando su cabeza tras rodar por las escaleras.

11. Se observa construyendo mentiras de risa loca en un mundo gris, donde ha venido a tirarse de pedos.

12. Se va para atrás cuando un chimpancé ebrio de poder busca misiles en Irak, y cuando ve que hay muy pocos abuelos que desean un futuro mejor para sus nietos.

13. Pilgrim, que lo trajo hasta aquí, ha desaparecido.

14. Kurt estalla en carcajada amarga.

15. Vuelve a Dresde; mientras recoge cadáveres, espera que una bomba se apiade de él antes de presenciar de nuevo la estupidez de aquel primate llamado Bush.

viernes, 18 de mayo de 2007

PERSONAJE DESAHUCIADO (VIRTUALITY)

Desafío: Escribir en un párrafo de hasta 400 caracteres la descripción de un paisaje cualquiera como la haría un personaje a quien acaba de diagnosticársele una enfermedad terminal, sin mencionar la enfermedad o dato concreto del personaje, sólo la descripción, afectada como estaría por el estado de ánimo de quien la hace.


Intento soportar el sabor amargo que se prende a mi lengua sin decir nada. Camino por la plaza y quiero sentirme niño de nuevo, se me antojan los helados, me divierto con el mimo, corro detrás de las palomas hasta que los últimos rayos del sol dejan de alumbrar mi sufrimiento y me orillan al consuelo de una banca. Nada desata ya el nudo en mi garganta. Mis ojos se anegan, tanto, que casi no distingo al perro que se acerca a olfatear mi tristeza.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Salgo a la calle y me doy cuenta de que me he quedado en casa. Por lo cual, regreso por mí mismo. Al cruzar la calle, por poco y me arrolla un auto. Caray, qué hubiera pasado si me alcanza a pegar, seguramente no hubiera podido regresar por mí mismo y estaría muerto.

Cuando me veo llegar, respiro aliviado. De pronto, mientras me acerco, mi olvidado yo se echa a correr por los cuartos de la casa. Decide jugarme la peor broma de su vida, de mi vida ¿nuestras vidas? No puedo hallarlo; entre periódicos, la cama destendida y el amontonamiento de libros es difícil encontrar a alguien.

Ahora estoy exhausto y creo que terminaré resignado a quedarme sin mi yo. De seguro el ingrato escapó por la ventana a buscar la vida que no pude (¿pudimos?) darle (¿darnos?). Pero he descubierto que la soledad no es tan mala. Ando más ligero por las calles, me duele menos la cabeza, ya no oigo su voz que jode.

Que nadie me busque, déjenme solo en las cantinas. Que nadie me hable. Yo ya no estoy. Y díganle, sí ven a mí mismo, que lo estoy esperando, pero no lo alerten, no le digan que la próxima vez que regrese a casa ahora sí me voy a tirar debajo de las llantas de un camión.

martes, 15 de mayo de 2007

LA PESERA (VIRTUALITY)

Describir el interior y el exterior de una pesera como si nunca antes hubieras visto una, estado en una o siquiera oído hablar de la idea general de semejante medio de transporte.


Si las ves, súbete. Te digo que son como camionetas con varios asientos y están pintadas de blanco con franjas verdes . No hay hay pierde: todas están destartaladas y ninguna tiene los vidrios iguales. “Dios es mi camino”, decía esta; “A ver si me pasas... pero a tu hermana”, reflejaba otra en sus cristales.

Yo escogí la que tenía la batiseñal. El vidrio de una ventana estaba parchado y dejaba escapar el sonido a reventar de una guaracha. Al subir te pega como cachetada el olor a humanidad, al catsup de las papas fritas que dejó embarrado un niño, a pantalones sudados por la cercanía de otros cuerpos o que reposan sobre asientos de plástico descuartizado.

El chofer no se cansa de decir “Ay nomás si le pasan pa´trás, de favor”. Su cara morena se repite en el retrovisor, confundiéndose con estampas de la guadalupana , letreros de "no tires basura, no seas cochino", y un zapatito que oscila feroz con cada enfrenón.

Lo mejor son las luces estrobo de su interior, que hacen evidente la marca grasosa de las decenas de manos que se aferran al tubo de los asientos. Eso sí: es requisito atinarle a cada bache. Y mientras la gente se zangolotea a ritmo sabrosón, otro presiona con toda tu fuerza el botón de la puerta trasera. No vaya a ser ser que el chofer, entre los tamborazos de su música , no se dé cuenta que quiere descender.

A ESCRIBIR

Hola a todos. No fui aceptada entre los 12 concursante de caza de letras , el virtuality literario . Sólo pasé la primera etapa, pero tomando una idea de Soy13, me decidí a realizar algunos ejercicios que escritores como Alberto Chimal imponen como desafíos a los 12 concursantes del virtuality.
En caza de letras pueden leer los textos de los 12 afortunados, criticarlos, alabarlos o votar por ellos para que los saquen. También espero sus comentarios a mis textos. Pasen la voz. También critiquen los de Soy13, creo que es uruguayo y tampoco quedó en el concurso.