
“Habitación en Nueva York” , de Edward Hopper.
TU FANTASMA
Estás en la sala. Tratas de burlar al insomnio releyendo el periódico tan manoseado por ti durante el día. Era salir de tu cuarto o perderte en el desierto en que se convirtió tu cama desde que no duermes con ella. Y escoges lo primero. La sensación de su sangre caliente te obliga a dejar tu recámara.
Llegas a la estancia y no te percatas de su figura lánguida, inseparable de su piano. Lleva semanas ahí, como culiatornillada en el banco. Mira las teclas que reflejan su tristeza. Su rostro está intacto, ese que le desfiguraste cuando te dijo que estaba harta de tu arrogancia, de tus aires de intelectualoide, de tus discursos eruditos. Cuando te escupió a la cara que deseaba a otro hombre. Y tú la golpeaste sin tregua, hasta que la sangre se le anidó en la boca y la hizo callar para siempre.
Esta noche tu aparente tranquilidad será turbada cuando oigas que suena el piano. Girarás tu cara y te asomarás al vacío de sus ojos muertos. Desearás gritarle que se largue o la matarás dos veces, y ella seguirá ahí, mirándote. Sabe que jamás podrás tocarla de nuevo.
Llegas a la estancia y no te percatas de su figura lánguida, inseparable de su piano. Lleva semanas ahí, como culiatornillada en el banco. Mira las teclas que reflejan su tristeza. Su rostro está intacto, ese que le desfiguraste cuando te dijo que estaba harta de tu arrogancia, de tus aires de intelectualoide, de tus discursos eruditos. Cuando te escupió a la cara que deseaba a otro hombre. Y tú la golpeaste sin tregua, hasta que la sangre se le anidó en la boca y la hizo callar para siempre.
Esta noche tu aparente tranquilidad será turbada cuando oigas que suena el piano. Girarás tu cara y te asomarás al vacío de sus ojos muertos. Desearás gritarle que se largue o la matarás dos veces, y ella seguirá ahí, mirándote. Sabe que jamás podrás tocarla de nuevo.
2 comentarios:
si puedes pasa, gracias
Me gustó!!!
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